Las ultimas semanas han estado marcadas por la masividad de las movilizaciones y por el empleo de las tomas y paros como forma de lucha universitaria y secundaria. Sin embargo, esta radicalidad en la forma de lucha no ha estado acompañado por una radicalización en los contenidos del petitorio CONFECH. Este petitorio no solo debe ser criticado por la falta de democracia en su construcción, sino también por sus contenido claramente continuador de las grandes directrices de la educación de mercado. Es lamentable que se asimilen estas propuestas con la Reforma Universitaria del ´67, más aún si después de 20 años de gobierno nos tildaron de utópicos por exigir propuestas similares a la verdadera reforma. Esto no es casual, la dirección universitaria sigue y continuara en manos de la Concertación mientras no se construya en paralelo y desde las bases universitarias una propuesta alternativa de organización profundamente democrática y participativa. Los mismos que nos llaman a marchar y a radicalizar el movimiento universitario, ayer nos reprimieron y hoy siguen siendo dueños de varios centros educacionales.
Paralelo a esto, se gestan en distintas regiones y en la Capital asambleas de organización alternativas a la burocracia estudiantil y que se caracterizan por su empeño en democratizar. Estas organizaciones, aunque embrionarias, son los primeros pasos que están dando las bases y las facultades democráticas por llevar más allá al movimiento universitario. A pesar de las presiones y las campañas de desprestigio se demuestra que es posible una organización distinta y una propuesta de nueva de educación: Estatal, gratuita y co-gobernada paritariamente por los tres estamentos universitarios.
Desde la izquierda universitaria debemos ser capaces de radicalizar al movimiento universitaria más allá del llamado del CONFECH, más allá de las formas de lucha. Muchas veces, las tomas y los paros pueden constituirse en elementos desmovilizadores más que de convergencia, es el contenido de nuestras propuestas y la forma de nuestra organización la que marca la diferencia.
Debemos ser capaces de radicalizar en propuestas, armando desde las bases petitorios por facultad, democráticos y abiertamente discutidos. Debemos ser capaces de agitar un cambio en el fondo de la educación a través de una Asamblea Constituyente que refleje nuestro malestar no con par de elementos, sino con toda la estructura de la educación de mercado. Necesario es que radicalicemos la organización universitaria, construyendo desde la base Democracia Directa curso por curso y carrera por carrera.
Es así compañeros como podemos salir del avance meramente cuantitativo de las movilizaciones estudiantiles y avanzar en una propuesta de cambio revolucionario. Que las movilizaciones sean solo el primer paso.
Por una Asamblea Educacional Constituyente!
Por una Educación Estatal, Laica, Gratuita y de Excelencia.
Movimiento Universitario de Izquierda.
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