Durante la semana pasada, a menos de un mes de la entrada a clases, la carrera de Historia y Ciencias sociales de la USACH se decretó en paro. Las razones principales fueron dos: el largísimo y burócrata proceso de eliminación de la carrera que sufrieron tres compañeros y la ambigüa información sobre la beca “Vocación de Profesor” que recibieron compañeros nuevos de Historia, desde el ministerio y en el proceso de matrícula (enero 2011), los cuales iniciado el año académico recién se enteraron de que no la tenían y contaban con deuda debido a las mensualidades.
El segundo punto del petitorio permite dilucidar ciertas problemáticas aún más profundas. Por un lado, el problema de información, desorganización y falta de claridad de una reforma neoliberal y “parche” del Ministerio de Educación, que generó que varias carreras de pedagogía quedaran sin poder hacer uso de esta beca (incluyendo a Pedagogía en Filosofía de la USACH), debido a que desde un comienzo se indicó que todas las carreras acreditadas y en proceso de acreditación la obtendrían, pero finalmente sólo las primeras pudieron optar a la beca en cuestión. Y por otro lado, a consecuencia de esta situación, en la misma universidad se generaron dudas y desinformación, y así fue como cinco compañeros de primer año, mal asesorados en el proceso de matrícula, solo les hicieron optar a la beca de “Vocación de Profesor”, quedándose sin otro respaldo financiero alguno al no obtener tal beca. De esta manera entonces, es que la Universidad deberá costear las mensualidades de los afectados a manera de solución (tal como lo hizo con Filosofía), sin embargo, si bien será la solución inmediata, podemos llegar a inferir algo más preocupante, que esto no es más que otra forma en que las universidades públicas deben seguir incrementando sus millonarias deudas para poder seguir existiendo, por el modelo de autofinanciamiento implantado por la dictadura neoliberal y que siguió intacto y aún con mayor profundización durante los 20 años de Concertación.
La carrera en cuestión, consiguió una mesa de carácter propositivo a nivel de departamento de Historia, para llevar propuestas desde la asamblea de carrera, con el fin de cambiar los procedimientos de expulsión de ésta, aunque eso si, aún no existe claridad como será conformada esa mesa de trabajo. Sumado a esto, la instancia para llegar a cambiar el reglamento (que es uno de los factores que permitió la expulsión de los compañeros) a nivel de facultad, será la mesa de trabajo con la Decana, la cual estará conformada con las demás carreras de la facultad de humanidades.
Desde el MUI, apoyamos firmemente el estado de movilización de los compañeros de Historia, que han logrado dotarse con mecanismos de democracia directa y afirmamos e insistimos en nuestra postura, que sólo el trabajo real desde la base, la rearticulación orgánica y política de las carreras desorganizadas de la facultad, y en las carreras organizadas la construcción de la democracia directa, podrán asegurar de manera efectiva el cambio del reglamento a favor del estudiantado y serán un contrapeso efectivo contra las atribuciones autoritarias de la decana, y yendo más lejos, podrán constituir de mejor manera órganos estudiantiles que disputen el terreno de las decisiones administrativas, para conquistar así la triestamentalidad.
¡Sólo el trabajo a nivel de base, rearticulando a la facultad, garantizará el contrapeso estudiantil contra decanato!
¡El estudiantado organizado y con propuesta revolucionaria podrá lograr la triestamentalidad y una lucha decidida contra la educación de mercado!
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Movimiento Universitario de Izquierda - USACH
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